Aunque actualmente los encargados de llevar los pasos se conocen popularmente como "costaleros", no fue así como se conocían en su origen.
El significado de la palabra costalero debemos relacionarlo a un oficio que existió en Sevilla muchos siglos. Consistía en la carga y transporte de pesados bultos tales como pianos o grandes muebles. Estos hombres, con sus costales, sus cuerdas y sus esportillas, se ganaban la vida en la Plaza del Salvador y sus alrededores.
Originalmente las imágenes eran portadas en andas por los hermanos de las cofradías. Posteriormente esta costumbre cambió debido al creciente peso de algunas imágenes y pasos. Es entonces cuando se decide contratar a costaleros profesionales, que acostumbrados a llevar las mercancías en sus espaldas, preferían llevar el paso sobre su costal. Sin embargo, estos trabajadores no eran conocidos con el apelativo de costaleros sino de "gallegos". No debemos pensar de que esta denominación hacía referencia a la procedencia geográfica, ya que no procedían únicamente de tierras gallegas si no del norte en general, encontrándose entre ellos asturianos, leoneses e incluso franceses.
Estos "gallegos" serán los que porten los pasos sevillanos durante cuatro siglos ya que eran las personas perfectas para cargar con los pasos. Al no ser hermanos de las cofradías, no aparecían en la nómina ni tenían que vestir adecuadamente para ello, por lo que se les introdujo debajo de los pasos. Será a partir de 1930 cuando se les deja de llamar "gallegos", para llamarlos solamente como costaleros.
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