Cuarto domingo de Cuaresma, domingo de Laetare. Los sevillanos saben que ese día, se produce uno de los ritos de cada Cuaresma, la mudá del paso de misterio de la hermandad de la Amargura, a la que se conoce popularmente como la mudá de los fantasmas porque las imágenes secundarias van cubiertas con telas blancas que ocultan su imagen.
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